Acto sexual
Desnuda
Con los muslos como alas abiertas
Dispuestas al vuelo
Me insitas, me invitas a volar.
L.E. Aute.
Recorro con mi lengua tu espalda
y la inundo delicadamente de saliva en cada poro.
Mi paladar degusta tu efervescente esencia,
extravagante, evocadora -¿Qué decir? -
¡Aroma a tierra fértil humectada de rocío!
Mis manos.
La derecha trémula e indecisa de jugar,
masajeando con índice y pulgar tus pezones,
alternando fuerza y sutileza
casi un mordisco, casi un beso,
calculando la erección de cada uno.
La izquierda, la preferida, la más astuta
frotando con la palma tu monte de Venus,
el pulgar rizando tus bellos púbicos,
e índice y anular abriendo camino al medio.
Astuta mano, recibe la bendición de tu sexo,
se moja con la savia de tu cuerpo.
Tus manos buscan el mío
lo encuentran, lo acarician, lo aprietan
mientras lo guían a la cueva del milagro.
En el instante preciso en que nos fusionamos
tus gemidos llegan al límite,
me estremezco al oírte.
De inmediato la correspondencia en el ritmo
poco a poco acelerando,
al unísono de piano a forte, fortissimo.
Siento los vertiginosos espasmos de mi sexo
Y la afluencia de tu cuerpo.
El ritmo ahora poco a poco morendo.
La música no podría faltar:
Mojándolo todo, mojándolo todo
Volando por universos de licor.
y la inundo delicadamente de saliva en cada poro.
Mi paladar degusta tu efervescente esencia,
extravagante, evocadora -¿Qué decir? -
¡Aroma a tierra fértil humectada de rocío!
Mis manos.
La derecha trémula e indecisa de jugar,
masajeando con índice y pulgar tus pezones,
alternando fuerza y sutileza
casi un mordisco, casi un beso,
calculando la erección de cada uno.
La izquierda, la preferida, la más astuta
frotando con la palma tu monte de Venus,
el pulgar rizando tus bellos púbicos,
e índice y anular abriendo camino al medio.
Astuta mano, recibe la bendición de tu sexo,
se moja con la savia de tu cuerpo.
Tus manos buscan el mío
lo encuentran, lo acarician, lo aprietan
mientras lo guían a la cueva del milagro.
En el instante preciso en que nos fusionamos
tus gemidos llegan al límite,
me estremezco al oírte.
De inmediato la correspondencia en el ritmo
poco a poco acelerando,
al unísono de piano a forte, fortissimo.
Siento los vertiginosos espasmos de mi sexo
Y la afluencia de tu cuerpo.
El ritmo ahora poco a poco morendo.
La música no podría faltar:
Mojándolo todo, mojándolo todo
Volando por universos de licor.
Ilustración: Mujer en éxtasis de Oscar Mixram.
Pintor mixteco, de Tlaxiaco, Oaxaca.